10 sept 2012

Salami de Ken... ¡De chocolate!



Cuando escuché por primera vez lo del sueño de Ken y su salami realmente supe que este item iba a ser recordado por siglos y siglos como uno de los más épicos goods de L’Arc de todos los tiempos, en el mismo saco que la L’Arcan o la L’Arcream, y otros muy fumables objetos fruto de una mente peculiar.

Todos estamos de acuerdo en que Kitamura es el hentai de mente pervertida de este grupo. Siempre está dispuesto a hacer bromas guarras non-stop, a deleitarnos con sus mcs para mayores de 18 o a dar un buen magreo a los marshmallows de sus compañeros. Es definitivamente el rey de la perversión.

JAJAJA. NO.

Lo siento, pero inventar un salami con muchos dobles sentidos e ideas implícitas de “mira-mi-pen- - -“ no es una idea taaaan original ¡y lo sabéis!

Al fin y al cabo ¿qué miembro de la banda lleva durante años pidiendo a las fans que coman su banana? Seh, lo sé, nadie le da tanta importancia cuando el maldito saca su sonrisa angelical de 10.000 watios y nos ciega a todos, pero recordad siempre… la perversión del líder no tiene fin ¡no dejéis que os tome el pelo! XDDDD

Ok, ahora hablemos de la receta ¿Salami de chocolate? ¡Sé que ya habéis visto esta receta una docena de veces! Que yo sepa, es típica de Italia, aunque la he visto en otros lugares como Portugal, Cataluña, etc. Pero seguro que algunos de vosotros no la habéis probado nunca y ya no tenéis ninguna excusa ¡Es tan ridículamente fácil de hacer que no quiero oír que alguno ha dejado de hacerla! XD



SALAMI DE CHOCOLATE DE KEN

Ingredientes 
(para dos salamis, dividid los ingredientes a la mitad si sólo queréis uno):

- 120 grs. (4 onzas) de chocolate (yo he usado chocolate blanco pero podéis usar negro o con leche)
- 300 grs. (1 ½ tazas) galletas
- 3 cucharadas de cacao en polvo de repostería
- 100 grs. (1/2 tazas) azúcar
- 1 yema de huevo
- 200 grs. (7/8 tazas) mantequilla
- 80 grs.
(1/2 tazas) nueces picadas (podéis usar cualquier tipo de frutos secos)
- 1 cucharada de licor (yo he usado Bailey’s)


Triturad las galletas y ponedlas en un bol. No hace falta que estén muy finamente trituradas, la gracia reside en que queden trozos más grandes que otros para que luego el interior del salami parezca auténtico. Trocead también las nueces y mezcladlas con las galletas.




En un recipiente apto para microondas, poned el chocolate cortado en trozos más o menos iguales (para que se derritan a la vez) y la mantequilla cortada en cubos, y calentadlo en el microondas de 30 segundos a 1 minuto, vigilándolo para que no se queme, hasta que la mezcla esté completamente derretida. Podéis calentarlo en un cazo si no tenéis microondas.

Pasad la mantequilla y el chocolate a un bol más grande y añadid el cacao en polvo, el licor, el azúcar y la yema de huevo, y mezcladlo todo bien hasta que tengáis una mezcla cremosa pero ligera.




Añadid a todo esto la mezcla de galletas y nueces, poquito a poco hasta que la proporción entre chocolate y galleta os satisfaga. La densidad de la mezcla no es exacta, depende mucho del tipo de galleta que estéis usando. Yo he usado 350 gr. de lo que en España se conoce como “galletas María”, pero si usáis otro tipo puede que necesitéis más o menos cantidad de galleta.




Cuando esté todo mezclado y haya formado una masa, poned varias cucharadas de ésta en una lámina de papel de aluminio y envolvedlo formando un salami.

Metedlo en el frigorífico durante al menos 4 horas, hasta que esté frío y firme. Yo lo dejé durante toda la noche. Pero os recomiendo no servirlo recién sacado del frigorífico, el frío mata el sabor, así que sacadlo unos 15 minutos antes de comerlo y sabrá mucho mejor ;)





Ahora bien, ya que me he currado poco la receta y así tal cual el salami no tiene nada de larukil, aquí tenéis la etiqueta del salami. Gracias a mi querida Nika por hacerle la foto, ella fue quien viajó a Osaka y compró el salami de verdad, no yo ¿¿Por qué no fui yo?? TT_____TT

Ya sólo queda envolver el salami en plástico transparente y pegarle la etiqueta ¡y ya está!  Un realista y mucho más dulce salami del capitán Ken ¡Ojalá vuestros sueños sean tan bizarros como los de Kitamura!






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